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“Vive, no solo existas”: una conversación necesaria sobre salud mental con Allison Fajardo

Los40
17/10/2025

En un mundo que se mueve a un ritmo frenético, hablar de salud mental sigue siendo un acto revolucionario. Entre metas, expectativas y un sinfín de etiquetas que nos imponen desde pequeños, muchas veces olvidamos lo más esencial: sentir. Sentir tristeza sin vergüenza, enojo sin culpa, alegría sin miedo. Sentir para recordar que estamos vivos.

En Un café con Saufy creemos que las historias más poderosas nacen del lado humano de quienes las cuentan. Y esta vez, nos sentamos a conversar con Allison Fajardo, psicóloga clínica que ha dedicado su trabajo a transformar la manera en que entendemos el bienestar emocional. Con su voz serena y una mirada que mezcla ciencia con ternura, Allison nos invita a repensar el mundo interior que muchas veces dejamos en pausa.

Antes de hablar de diagnósticos o teorías, quisimos conocer a la persona detrás de la profesional. Allison se describe, ante todo, como una mujer que busca conectar con la humanidad desde lo simple: abrazar a sus perritas Yumi y Chloe, caminar sin prisa, armar rompecabezas o leer historias que despiertan su imaginación.

“Cuidar al otro no es solo parte de mi profesión, es un interés genuino por la vida”, confiesa. Y es que en una sociedad que nos empuja a encajar en moldes, ser auténticos puede parecer un acto de rebeldía. Pero para Allison, la autenticidad no es opcional, es el punto de partida del bienestar.

Renunciar para volver a vivir
Hay decisiones que cambian el rumbo de una vida. En el caso de Allison, una de ellas fue renunciar a un trabajo estable después de casi cuatro años. “Me gustaba lo que hacía y gracias a ese empleo pagué mis estudios, pero dejé de sentirme bien. El trabajo empezó a absorber demasiado de mí”, recuerda.

La renuncia no fue un salto al vacío, sino un acto de amor propio. Recuperó su tiempo, reconectó con su familia, participó en voluntariados y comenzó a ejercer plenamente como psicóloga clínica. “Fue ponerme a mí misma como prioridad”, dice. Y esa decisión marcó un antes y un después en su vida: la abrió a un universo de oportunidades que antes no podía ver.

El poder de lo simple
En tiempos donde todo ocurre a velocidad de vértigo, Allison ha aprendido a encontrar la paz en lo cotidiano. “Conectar con el presente me hace feliz: sentir la lluvia, oler la tierra mojada, ver a los pájaros volar. Disfrutar un café sin azúcar, compartir con mi mamá o abrazar a mis mascotas”, cuenta.
Para ella, la gratitud es una práctica diaria y una herramienta de salud mental.

“Valorar las pequeñas cosas cambia nuestra relación con la vida”, asegura. Porque, al final, el bienestar no siempre está en grandes logros, sino en los detalles que muchas veces pasamos por alto.

Redes sociales: entre la visibilidad y la desinformación
Desde la pandemia, las redes sociales se han convertido en un espacio clave para hablar de salud mental. Y aunque Allison reconoce que esa visibilidad es un avance, también advierte sobre sus riesgos: “Hay mucha información sin base científica. Publicaciones que reducen la depresión a ‘5 tips’ o te invitan a autodiagnosticarte con un test en línea”.

Ese tipo de contenido, explica, puede hacer más daño que bien, porque simplifica lo complejo y lleva a las personas a vivir bajo etiquetas que no siempre son reales. “El diagnóstico no es el centro de la persona. Somos mucho más que un rótulo en redes”, afirma.

Por eso, su llamado es claro: crear contenido con criterio, con responsabilidad, y recordar que la salud mental no es un producto de marketing, sino un derecho humano.

Salud mental: del consultorio al colectivo
Para Allison, la salud mental va mucho más allá del diván. Empieza en casa, cuando enseñamos a los niños a reconocer sus emociones o a poner límites. Continúa en la escuela, en el trabajo, en los espacios donde se permite hablar del dolor sin miedo al juicio.

“Pedir ayuda es difícil, pero es un acto profundamente humano”, dice. Y no siempre se trata de soluciones inmediatas o palabras de aliento: a veces lo que alguien necesita es simplemente compañía, un espacio seguro o una pregunta genuina: ‘¿Qué puedo hacer por ti?’

La psicoterapia sigue siendo fundamental, pero también lo son las redes de apoyo, la comunidad y los espacios donde se hable sin tabúes. “El problema no es el dolor —asegura Allison—, el problema es evitarlo.”

Indignarse también es humano
La salud mental no se limita al individuo. Está profundamente ligada a la realidad social que habitamos. Desde el conflicto en Palestina hasta las desigualdades en nuestro propio país, Allison recuerda que indignarse es volver a conectar con la humanidad.

“No puedo confiar en alguien que no se indigna ante la matanza de niños”, dice sin titubeos. Para ella, el cuidado empieza por reconocer el dolor colectivo y actuar desde la empatía. Porque acompañar no siempre es hablar: a veces basta con escuchar los silencios.

🌙 Un mensaje para quienes se sienten perdidos
Si estás atravesando un momento difícil, recuerda estas palabras que valen oro:
“No estás solo. No estás sola. Sentir es humano. Eres mucho más que tu dolor, mucho más que cualquier diagnóstico. Pedir ayuda puede ser difícil, pero sí puedes hacerlo. Habla, busca tu red de apoyo, no cargues con todo tú solo. Y nunca olvides esto: el problema no es sentir dolor… el problema es intentar huir de él.”

💛 Si estás en Quito y necesitas apoyo emocional, puedes llamar al 101 opción 9, línea de la Secretaría de Salud del Distrito Metropolitano de Quito.
📞 También puedes comunicarte al 171 opción 6, la línea nacional de salud mental del Ministerio de Salud Pública, o al 911 en caso de emergencia.
📍 No tienes que estar bien para pedir ayuda. Solo tienes que dar el primer paso.

“Vive, no solo existas”
Si pudiera dejar una frase como legado, Allison elegiría una que resume su filosofía de vida:
“Vive, no solo existas.”

“Hubo un tiempo en el que solo existía, en automático. Hoy elijo vivir, con todo lo que eso implica: sentir, conocer, indignarme. Vivir es estar presente”, dice. Una frase simple, pero profundamente transformadora.

Lo que nos deja esta conversación
Esta charla no es solo una entrevista: es un recordatorio de que hablar de salud mental es hablar de humanidad. Que la empatía no es un lujo, sino una necesidad. Que vivir va más allá de respirar: implica sentir, acompañar, cuidarnos entre todos.

Gracias, Allison Fajardo, por recordarnos que no estamos solos, que el dolor no nos define y que la salud mental no es un privilegio, sino un derecho que comienza con un acto sencillo: atrevernos a hablar.

📍Puedes encontrarla en Instagram como @emocionesalnatural, donde comparte contenido sobre salud mental y ofrece acompañamiento psicológico presencial y online.
Escrito por:
Saufy

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