Paula: Autenticidad, transformación y fuerza interior
En este episodio de *Un café con Saufy*, tuvimos una conversación poderosa con una mujer que ha aprendido a florecer desde sus heridas y a construir desde su autenticidad: Paula. Su camino, lleno de altibajos, nos recuerda que romper con los moldes impuestos no es un acto de rebeldía, sino de amor propio.
Más que una entrevista, este encuentro fue un espacio para abrir el corazón, reconocer las sombras y celebrar la luz que nace cuando elegimos ser nosotros mismos.
Una voz auténtica en medio del ruido
Desde el primer momento, Paula nos mostró su esencia: espontánea, luminosa, diferente. “Es la abogada que no parece abogada”, nos dice entre risas, haciendo referencia a su estilo colorido y su personalidad dulce. Y es que su autenticidad no solo se ve, se siente.
“Mi esencia es lo que más me define. Trato de que mi imagen y mi energía hablen por mí”, confiesa Paula. En un mundo donde parecer suele pesar más que ser, ella eligió vivir desde su verdad, sin máscaras ni disfraces.
De la inseguridad a la fortaleza
Pero llegar a ese punto no fue fácil. Paula comparte que sus primeros pasos estuvieron marcados por la inseguridad y la timidez. Salió del colegio sintiéndose invisible, con baja autoestima, sin imaginar que en su interior ya habitaba la fuerza que necesitaba para transformarse.
“El cambio fue duro. Pasé de sentirme nada, a descubrir que sí era bonita, que sí podía hacer amigos, que sí tenía algo que ofrecer”, nos cuenta. A partir de ahí, comenzó un viaje emocional en el que cada día fue una nueva batalla por confiar en sí misma.
“No siempre estoy al 100%, hay días que vuelvo al 50 o hasta menos… pero sigo”, dice con una sinceridad que emociona.
El poder de un cambio inesperado
Una de las claves en su proceso fue haber llegado a su actual estudio jurídico. “No fue solo el trabajo, fue la gente”, asegura. Ese entorno le abrió los ojos sobre lo que realmente quería, lo que amaba, y sobre todo, lo que no estaba dispuesta a aceptar más.
Paula no habla de cambios grandiosos ni revelaciones épicas. Habla de pequeñas decisiones que construyen grandes versiones de uno mismo. “Todo vale la pena. Cada experiencia, buena o mala, nos prepara para lo que viene”.
Romper con los esquemas
Una parte fundamental de su historia es su manera de enfrentar los estereotipos. Paula ha aprendido a decir “no” a las etiquetas. No se viste como esperan, no actúa como su carrera dicta, no se amolda a lo que el mundo dice que debe ser.
“Estoy negada a vestirme elegante siempre. No creo que eso defina lo que sé o lo que soy”, afirma. Su proceso ha sido aprender a ser fiel a sí misma, incluso si eso implica incomodar.
“Es difícil aceptar que no necesitamos caerle bien a todo el mundo. Pero cuando lo haces, te liberas”.
Un viaje sin mapa, pero con propósito
En cada palabra, Paula nos recuerda que la vida no es lineal. Que a veces hay que perderse para encontrarse, y que no hay un único camino hacia la realización personal.
“Mi proceso ha sido como una plantita: crecer, florecer, volver a empezar”, reflexiona. Sabe que el cambio no es un destino, sino una práctica constante de honestidad con uno mismo.
Y aunque aún está en camino, Paula ya ha dejado una huella: la de alguien que se atrevió a ser, cuando lo más fácil era imitar.
El mensaje de Paula
Este espacio no solo nos permitió conocer a Paula, también nos recordó lo que significa reconstruirse desde adentro. Ella es el reflejo de una generación que quiere romper esquemas, vivir con propósito y dejar de cumplir expectativas ajenas.
“Hoy estoy feliz con quien soy”, dice con una sonrisa, y con eso basta para inspirar.
Instagram de Paula
@paulaa_andrea.