El ícono volvió a ser noticia: un juez federal de Los Ángeles rechazó la segunda demanda de Spencer Elden, conocido como “el bebé de Nevermind”, contra Nirvana, su disquera y Courtney Love. Elden alegaba explotación sexual infantil, pero la justicia determinó que la foto no constituye pornografía y comparó la portada con una “foto familiar inocente”.

Con esta resolución, se cierra definitivamente uno de los casos más polémicos de la historia del rock. La banda, que siempre defendió la imagen como arte, celebró el fallo. Elden, en cambio, no se pronunció tras conocer la sentencia.

La portada de Nevermind sigue intacta en la memoria colectiva, como símbolo de los 90 y de una generación marcada por Nirvana y su legado eterno.