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Música y salud mental: ¿Puede una canción salvarte?

Los40
03/07/2025

La música ha sido compañera de la humanidad desde tiempos ancestrales, utilizada en rituales, celebraciones, momentos de duelo y meditación. Sin embargo, en los últimos años, la ciencia ha empezado a demostrar con evidencia lo que muchos siempre han intuido: la música tiene un poder transformador sobre el estado emocional y psicológico de las personas. En contextos de ansiedad, depresión o estrés, incluso una sola canción puede generar cambios positivos y marcar la diferencia.

Pretty young woman with headphones listening to music, glowing smoke concept

Diversas investigaciones han mostrado que escuchar música activa múltiples áreas del cerebro relacionadas con la emoción, la memoria y el placer. Un estudio publicado en The Lancet Psychiatry (2015) reveló que los pacientes con depresión que asistieron a sesiones de musicoterapia mostraron una mejora significativa en sus síntomas comparado con aquellos que solo recibieron terapia convencional. La música permite expresar sentimientos que a veces no pueden describirse con palabras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe de 2019 sobre arte y salud, destacó más de 900 publicaciones científicas que documentan cómo las artes, incluida la música, mejoran el bienestar físico y mental. Se ha comprobado que cantar en grupo, tocar un instrumento o incluso simplemente escuchar una melodía agradable reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y puede elevar la dopamina, relacionada con el placer y la motivación.

No es casualidad que muchas personas recurran a la música en momentos difíciles. Canciones como “Fix You” de Coldplay, “1-800-273-8255” de Logic o “Fight Song” de Rachel Platten han sido señaladas por oyentes como “salvavidas” en momentos de crisis emocional. En particular, la canción de Logic, cuyo título hace referencia a la línea de prevención del suicidio en EE.UU., generó un aumento de llamadas a la línea de ayuda tras su lanzamiento, según BMJ (British Medical Journal, 2018).

La música también puede ser una herramienta terapéutica para quienes viven con trastornos como el estrés postraumático, el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Instituciones como el American Music Therapy Association han documentado cómo la intervención de profesionales en musicoterapia puede mejorar la comunicación, reducir el aislamiento social y facilitar la expresión emocional en pacientes con diagnósticos complejos.

Además, no solo se trata de “música relajante” o instrumental. Los efectos positivos dependen de la conexión personal que tenga el oyente con la canción. Una persona puede sentirse reconfortada por un tema de rock enérgico o encontrar alivio en una balada melancólica que refleja su estado emocional. Según el neurólogo Oliver Sacks, autor del libro Musicophilia, la música tiene el poder de organizar el caos interno, permitiendo una forma de regulación emocional que muchas veces supera la palabra hablada.

En entornos hospitalarios, cada vez más se implementan programas de música para mejorar la experiencia del paciente. Por ejemplo, hospitales en países como Noruega y Australia han incorporado conciertos en vivo o sesiones de escucha personalizada como parte de los tratamientos paliativos. Esto no solo reduce el dolor percibido, sino que mejora la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas o terminales.

No obstante, es importante aclarar que la música no reemplaza el tratamiento profesional en casos de trastornos mentales graves. Pero sí puede ser un complemento poderoso. Así como el ejercicio, la alimentación y el sueño son pilares de la salud mental, la música puede ser una aliada constante, accesible y segura. De hecho, muchas aplicaciones de meditación y bienestar ahora incluyen playlists curadas específicamente para la relajación, la concentración o el alivio del insomnio.

En definitiva, aunque una canción no cure una enfermedad, puede convertirse en un ancla emocional, una compañía en la oscuridad o una chispa de esperanza. Y en ciertos momentos de la vida, eso puede ser suficiente para salvar a alguien. Porque cuando las palabras no alcanzan, la música habla. Y a veces, eso es todo lo que necesitamos para seguir adelante.

Escrito Por:
Yadira Cobos

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