En Un café con Saufy cada encuentro es una invitación a descubrir artistas que transforman lo cotidiano en algo extraordinario. Hoy conversamos con Atu, vocalista de la banda Vidart, un creador que entiende la música como un viaje emocional y colectivo.

La mirada de un niño que sigue viva:

Desde pequeño veía magia en lo cotidiano: cada juego era una aventura y cada emoción un mundo por explorar. Hoy reconoce que esa inocencia es la raíz de su propuesta artística: transformar instantes simples en piezas que, juntas, construyen el rompecabezas de la vida.

La música como amor infinito:

Aunque no cree que el arte pueda definirse del todo, cada vez que compone o canta siente la inspiración con la intensidad de un enamoramiento. Para Atu, la música es un amor sano y limpio: componer, escuchar, observar, aprender y compartir. Una fuente constante de energía que lo mantiene creando y creciendo.

Influencias que marcan:

Sus dos grandes referentes son Panda, que lo inspiró con su fuerza armónica y rítmica, y Morat, quienes lo marcaron por su capacidad de narrar sentimientos complejos en versos sencillos y cercanos. Atu busca que su música se sienta como una película: cada canción con su atmósfera, su propio capítulo y su soundtrack emocional.

Su visión es integral: que letra, melodía y audiovisual estén en sintonía, logrando que el público no solo escuche una canción, sino que viva una experiencia completa.

Inspiración en lo inesperado:

Más que lo raro, a Atu lo inspira lo auténtico: canciones que sostienen una línea clara de principio a fin, equilibrando lo simple y lo profundo. Le atraen las melodías que encuentran belleza en la simplicidad, pero que logran trascender lo superficial.

Un mensaje de empatía:

Si su propuesta artística se resumiera en una palabra, sería empatía. Para Atu, es el puente entre artista y público, la raíz de toda conexión humana. Imagina la empatía como un rompecabezas donde cada persona conecta con otra, creando algo más grande que lo individual.

Consejos para quienes sueñan con empezar:

Su mensaje es claro: mantener la mente abierta y actuar. La perfección no es el objetivo, sino dar pasos, incluso imperfectos, que te mantengan en movimiento. Solo así se descubre la verdadera aventura de crear.

Lo que viene:
Lo que más emociona a Atu es ver cómo aquello que nació en su mente empieza a hacerse tangible y logra tocar a otras personas. Cada proyecto es la oportunidad de acompañar, conectar y dejar una huella en quienes lo escuchan.
✨ La historia de Atu, vocalista de Vidart, nos recuerda que la música no es solo sonido, sino un espacio compartido donde todos podemos sentirnos parte de algo más grande.

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